DEPORTES El DT en la cuerda floja Fecha Publicación: 12/02/2016 10:41 Angelici le dio un partido más: el del domingo, con Atlético Tucumán Rodolfo Arruabarrena es el técnico del último campeón del fútbol argentino. Pero no alcanza. El Vasco es también el DT que llevó a Boca a ganar la Copa Argentina. Pero no es suficiente. El técnico, criado en las Inferiores de Boca, campeón como futbolista de la Libertadores y quien se hizo cargo de aquel barco a la deriva en 2014, hoy parece uno más en el pantano del fútbol local. Ayer, tras una reunión con los referentes del plantel en la que expuso una preocupación por el tema anímico por sobre el futbolistico, Arruabarrena se reunió con Daniel Angelici en las oficinas de Casa Amarilla. Fue una reunión breve. El presidente le preguntó si cree que puede revertir esta imagen con la que empezó 2016 y recordó, además, toda la inversión económica hecha hasta el momento. El técnico, como en la noche de Córdoba, marcó que se siente con fuerzas, que sabrá llegarle al plantel y que considera que la proximidad al comienzo de la Libertadores será el horizonte que perseguirán todos para volver a ser el equipo de 2015. Es más: le aseguró a Angelici que el espíritu de revancha de lo que pasó el año anterior sigue vivo y que él cree poder aprovecharlo. El presidente hizo lo que alguna vez le prohibió a Carlos Bianchi: darle un partido más. Así, el DT, salvo que haya algún llamado de urgencia que cambie los planes, dirigirá el domingo ante Atlético Tucumán. ¿Y después? El después ya es una incógnita. Porque ayer hubo otra reunión en Boca. La mantuvieron Angelici y algunos miembros de la CD. Todos hablaron. Y más allá de que ninguno pensó en cambiar la resolución del presidente, deslizaron que no era una medida que tenga la simpatía de todos. Más aún: algunos directivos creen que el ciclo se terminó, que está agotado y que Boca no puede darse el lujo de tener un mal inicio en la Copa. Otro, en cambio, recordó el fixture que se viene y todo lo que parece empezar a definirse en las próximas semanas. Antes del debut copero, Boca jugará tres partidos más. El Vasco, pese a las palabras, ya fue advertido de que no resistirá otra caída. El 4-0 en la final contra San Lorenzo fue un golpe al medio de la mandíbula para todos. Porque si bien el clima en el club tras un verano hostil era bastante (y exageradamente) denso pese a tratarse de partidos amistosos, nadie se imaginaba una goleada en contra, justo en la final, ese partido para el que Boca se preparó todo el verano y por el que, además, perdió mucho dinero por no clasificarse a la Copa Sudamericana. Angelici, de hecho, sentenció en la previa al clásico que "sea cual fuese el resultado, el Vasco seguirá siendo el técnico". Lo hizo, en verdad, porque justo en la mañana del miércoles Guillermo Barros Schelotto había dejado su cargo en Palermo y creía conveniente darle un espaldarazo a Arruabarrena antes del clásico. Todo salió al revés. Por eso, Barros Schelotto es el apuntado por varios en la CD para que se haga cargo del plantel si es que el Vasco no puede revertir la situación. Otros, en cambio, prefieren a Miguel Russo -el último DT que salió campeón de América-, quien está sin trabajo. También se sabe puertas adentro que Mauricio Macri, omnipresente en las decisiones del club pese a su ausencia, tiene una histórica promesa y relación con Martín Palermo. Desde la idolatría, el Titán se sostiene. Desde lo deportivo, pocos creen que pueda ponerse el buzo del DT justo para empezar a jugar una Libertadores. Alguien incluso mencionó a Julio Falcioni, pero sus últimos fracasos en All Boys, la U Católica y Quilmes lo dejaron muy lejos. ¿Marcelo Bielsa? Sólo una fantasía de alguien. Un dirigente de peso le confió a Clarín: "Hay que ser serios y bancar al técnico. ¿A quien traemos después? Ahora tenemos DT. Después, veremos". ¿Entonces? El Vasco tendrá que sacudir fuerte al plantel para despertarlo y que ante Atlético Tucumán llegue el primer triunfo. "Cuando perdés es peligroso, porque no sabés cuando dejás de perder", recuerda siempre el técnico. Ahora apunta a que una victoria llame a otra. A favor: en la Bombonera, la gente de Boca no se manifiesta con insultos para los suyos. Menos para los nacidos en el club. También hubo un apoyo público de Riquelme (¿irá al estadio?), alguien muy escuchado por el hincha. Pero con eso no basta. Hay que mejorar, ganar y terminar con cualquier especulación. Claro que un éxito ante Atlético Tucumán no cicatrizará una herida que parece profunda. Una herida que nació en estos dos meses. Recuerde: se habla de Arruabarrena, el DT del último campeón del fútbol argentino. 12 de Febrero de 2016.(TiempoPyme) |
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